No hay nada más fósil en publicidad que un concepto. A veces, como en este anuncio, se aprecian simultáneamente su aparición y su extinción. La idea de Publicís parte de un tópico del que se abusa por doquier -abrazar el cambio tecnológico de las energías limpias. Su hallazgo es ligarlo a otro abrazo, este de despedida, entre el usuario y aquello que simboliza las energías fósiles. Eso es lo que debió vender la agencia. En el spot se aprecia su triunfo -algo tan inusual hoy como contar la historia tal y como requiere ser narrada. Pero quizá porque sabemos ver tv y no tanto leer, los mismos que validaran el spot pudieron pensar lo que se piensa habitualmente: que quien compra un periódico lo hace para no leer, y que por lo tanto es superfluo preservar el orden lógico que transporta la idea. Lo que hacen es, así, imprimir el spot al revés: primero el logo y su mensaje -Cepsa es ahora Moeve. Y después lo que debería ir antes si quiere entenderse la imagen -dar las gracias a las energías fósiles previo a decirles adiós. Como una profecía autocumplida, quién querría efectivamente leer este anuncio si lo primero que se imprime es un logo gigantesco que te está diciendo justo eso: nada de lo que viene luego importa.
viernes, 27 de diciembre de 2024
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