No es menos asombroso que una marca presente
en todo el mundo lo logre sin invertir en publicidad de lo que pueda serlo que a
la mayoría de los anuncios, de puro intercambiables, les sobre la marca que los
paga. Abrir una revista de moda es entrar en la habitación de los espejos. ¿Es
una coincidencia que la totalidad de la publicidad que hay en ellas renuncie a
todo lo que no sea poner un logo bajo la fotografía?. ¿Segrega automáticamente
un modelo teórico la inexistencia publicitaria de Zara? ¿es uno que habla del
valor de la publicidad como un factor que sirve para construir marcas justo
hasta el punto en que cada producto se convierte en el único anuncio que
necesita?. Zara está presente en todo el mundo. Como Gap, Cartier, Armani, Levís
, Benneton y cada una de las marcas que invierten en publicidad. ¿Puede tan
nítidamente necesitar hacer publicidad una marca cuyos productos son clónicos
de otra que no lo hace?. Los gobiernos caen en todo el mundo a pesar de que su
labor diaria consiste en buena medida en convertirse en su propio anuncio. Uno
camina por la calle y entra o no en la tienda que aparece en el camino. Existo
–enuncia la publicidad que renuncia a contar algo más que eso. Solo que no se
puede entrar en una valla al verla. Voluntariamente inerte, es una puerta
tapiada, un muro hecho de glamour que parece animar a comprar ropa, el día que
pases por la tienda que sea, sin que importe la marca que elijas. No se
diferencian tanto dos seguros de automóvil de lo que lo hagan dos jerseys y sin
embargo no chapotean somnolientos en la irrelevancia publicitaria. Quizá por
eso, al inaugurar una tienda en una de las calles más relevantes del mundo, la compañía
que no invierte en publicidad decide hablar de esa otra ropa que uno lleva puesto
todo el día: su ciudad.
gracias a claudia, que lo envía
gracias a claudia, que lo envía
que chulo! me gusta. :)
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