En los estándares de una agencia, a veces una idea estupenda no tiene
aspecto de idea. Por supuesto esa es la primera regla de la publicidad en la
inmensa mayoría de los departamentos de marketing: que no parezca una idea. La
otra interpretación posible, generalmente ausente hasta hacer de este anuncio
una magnífica excepción, es simplificar y acercarse al producto con el menor
añadido posible sin que la suma de ambos factores sea cero. Sin necesidad de una
sola palabra impresa más allá del logo; sencilla, elegantemente ubicada la idea
a unos centímetros de lo que, simple y llanamente, es el producto, es todo lo
que lo demás no saben ser.
viernes, 20 de marzo de 2015
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