lobos con piel de memoria

La memoria social a cortísimo plazo es un lobo que guarda el sector y lo protege de introducir en un anuncio casi cualquiera cosa que no tenga que ver con lo que ocurrió ayer o sucederá mañana. Incluso si ese es un traje pequeño para lo que sucede en la sociedad, ésta parece pedirlo a base de vivir para la inmediatez de las redes sociales y lo que los medios hacen con el mundo al reducirlo a fogonazos que asoman y caducan a la vez. Luchar contra esa ola es un ejercicio de fe en la madurez de la memoria individual, esa que con suerte guarda con la misma fuerza con que descarta.
Que el anclaje que permite este anuncio sea un replicante, es decir, una idea parecida a una idea real, pero de vida fugaz, es una ironía espléndida. Publicado en el año en que llegará a los cines la secuela de Blade Runner, el anuncio se permite incluso el lujo de no esperar a su estreno para publicar tan remotísimamente asequible referencia como es el título de la novela en que se basara Ridley Scott para dirigir su adaptación en 1982 -¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?. Solo que no hay una referencia a esa película o a la novela. La idea sobrevuela a ambas y se posa en un lugar de nuestra memoria que arduamente existe. Como en todo milagro, es creer en él lo que más asombra.