miércoles, 26 de abril de 2017

nuestros contra clientes



Sin que en la vida real e íntima uno tenga más posibilidades de callarse a tiempo cuando debe, el silencio en publicidad a veces se prohíbe a sí mismo con resultados estruendosos que subir a lonas como esta: mientras se exhibe que lo importante son los clientes, y por eso se pierden 3.845 millones de euros en 2016, en la prensa los pequeños accionistas demandan al banco por hundir deliberadamente el precio de la acción y su nuevo presidente dice no desestimar la fusión o venta de la entidad. Uno no imagina un consejo de administración sumido en semejante abismo debatiendo si quitar por pudor la lona, y quizá es porque clamar “con paso firme” desde la tullidez se parece demasiado al mensaje clásico con que los productos financieros han amputado los ahorros a millones de pensionistas recientemente. O porque se paga a alguien como el gran Gasol en la ilusión de ver en sus habilidades las inexistentes en la gestión del banco. Hace tanto que mentir aguanta al sol años y años, que el tamaño en que se miente es solo un grano más.

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