Solo hay una cosa que una revolución
doméstica agradezca más que las comparaciones y es la ligereza, el humor
necesario para combinarlas sin que el pudor sufra más de la cuenta. Extrañamente,
los méritos de este spot se duplican al duplicarse los spots que contiene,
unidos y sin que el cambio de tono espante a quien lo observa o avergüence a
alguno de ellos: como si lo rodado fuera el estricto seguimiento del powerpoint
que divide en columnas las bondades del concepto y las del producto (que a su
vez consiste en dividir las funciones de una lavadora y simultanearlas), la
primera parte del spot, el primer spot, se engrana con el segundo con elegancia
que no obvia los códigos explícitos a los que sirve cada uno de ellos: el de
las ideas y el de los anuncios de lavadoras, respectivamente. Y sin embargo se
mueve.
lunes, 4 de diciembre de 2017
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