martes, 21 de octubre de 2025

El hilo que nadie ve

Algunos anuncios parecen llevar dentro su propio espectro, el fantasma de lo que fueran cuando la agencia presentó la idea. Antes de ser incomprendida, torturada hasta encajar en el molde de lo que un anunciante entiende que ha de ser su publicidad. ¿Cuál es la conexión inicial de esa araña (inadvertida en la parte superior) y el coche? ¿cuál era el texto que explicaba ese hilo?. “Olvídate de repostar” debió ser añadido después, quizá en lugar de la frase que daba sentido al anuncio. Tanta importancia adquiere esa amputación de significado, y su reemplazo por la frase que el cliente necesita, que lo que éste acaba aprobando es un coche que se despeña por una pared rocosa. Algo que, por si el desastre necesitara de más razones, no tiene que ver ni con una araña ni con repostar. ¿Qué entiende el anunciante al ver su coche momentáneamente unido a la pared por un cable de plástico? ¿qué anuncio está viendo? ¿uno hecho de las versiones previas? ¿salido del powerpoint con que lo ha contado internamente?. Como el destino que espera al coche más abajo, todo recuerda al paciente que le ha ido diciendo al cirujano qué hacer en todo momento, qué amputar y que poner en su lugar. 


 

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