La
extrañísima armonía consigo misma con que SCPF engrana campañas para el banco Sabadell
que dan por hecho lo que pocos más –que el que compra un periódico lo hace para
leer, eventualmente para pensar mientras lo hace- halla su más asombrosa coherencia
al descubrirles patrocinadores únicos de la Feria del libro de Madrid, estos días
en el Retiro. La obviedad de que un banco prospera en la ignorancia de sus clientes
se enfrenta así tanto a la perseverancia de la agencia en educar a un anunciante
como, en este caso, a la claridad que éste no puede permitirse en su relación
con sus clientes. El compromiso solidario, la comprensión profunda del otro, el
aliento por el bienestar global… la imposible síntesis de humanidad y negocio
bancario impregna su campaña testimonial reciente con el mismo paso confiado e
inverosímil con que la evolución de las especies asoma en su campaña actual. Inserto
en un mercado –el de los libros- que aspira a ser una feria ambulante todo el
año, la publicidad del Sabadell –compleja, bella, exigente- al tiempo que
patrocina, se ve patrocinada por el sector al que apoya estos días: vendido
como el apogeo de la literatura, es en realidad solo contabilidad. Cuántos de los
libros que la gente compra son solo un Excel lleno de cualquier cosa, sin valor
alguno, hecho para que creas comprar algo que no es. Más valiosamente, para que
ignores aquello que sí te haría mejor, más sabio, más preparado para entrar en
un banco a salvo.
viernes, 7 de junio de 2013
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genio, me encanta el post! :)
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