Hay dos formas de llevar
un cliente que invierte el dinero anual que invierte Telefónica. Y
habitualmente es la que prefiere el cliente. La fortuna que cobra la agencia
por aceptar no tener nunca razón compensa de sobra. Y quizá por eso, inserta en
el anuncio (en sí mismo, una buena idea desperdiciada, sobre todo el día que
menos debieras poder permitírtelo), no hay una sola mención al poder de las ideas
por las que todo cliente, grande o pequeño, debiera pagar, mucho o poco. No es
así porque el cliente se lo gasta frecuentemente en tener razón y quién es una
agencia para poner pegas a ello. Uno no recuerda un solo anuncio de Telefónica
que no sea un tópico hilvanado con fortuna previsible, y en ello suena a
lástima echar a perder una asociación en la que ambas partes parecen estar tan
de acuerdo. No ha de ser fácil vivir sin 70 millones de euros anuales, y quizá
una forma de afrontarlo sea publicar un anuncio en el que se imprima “Hoy es el
día antes”.
viernes, 15 de agosto de 2014
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