Qué
más patético para advertir lo poco que la publicidad se exige a sí misma, que
ver en uno de los poquísimos anuncios que no aspiran a mimetizarse con el resto
ese anexo –documento publicitario- que el periódico imprime para advertir al
lector de que su logro –diferenciarse- es justo lo último que la publicidad
debe intentar.
sábado, 20 de septiembre de 2014
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