De las playas de la memoria cinéfila llega
este improbable recuerdo doble –el de Ursula Andress saliendo del mar en James
Bond contra el dr. No (1962) y el de Halle Berry en Muere otro día (2007). Siempre
enternece ver a un anuncio acogerse a cierta porción de la memoria colectiva,
por cuanto la sofisticación que eso sugiere en el cliente ha de ser mayor,
quizá abismalmente mayor, que la pervivencia de ese recuerdo en la sociedad. Así
que ha de ser lo ambiguamente habitual en estos casos: que ni el anuncio
necesita esa asociación para funcionar, ni quien sí lo reconoce espontáneamente
saca de ello algo interesante. Quién necesita un doctor si hay bikinis.
domingo, 17 de mayo de 2015
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