viernes, 15 de mayo de 2015

ventaja para ambos


Creada para ilustrar la importancia de la proximidad que un banco debe hacer sentir a quien lo necesita, la campaña del Sabadell que pone a hablar a un tenista y a un escritor de vidas itinerantes, que es decir, habitualmente lejanas la una de la otra, es un oasis de sutileza publicitaria, clásicamente scpf, basada en una efectividad sustentada en plazos, formas de entender la atención del que mira su obra, y nociones del intercambio de comprensión entre ambos lados, que el sector ignora o no sabe que existen. Y que en este caso tiene su más interesante matiz en una impresión ambigua: pues si quién representa el rol de asesor, por edad y recorrido intelectual, es Carlin, no lo es menos que la formidable trayectoria de Nadal va paralela a una solidez mental y a una capacidad de juzgar lo superfluo y lo valioso en su justa medida que es asombrosa, dada la presión mediática para, con semejante éxito en su profesión, habitar las nubes sin retorno posible. Que viene a decir que, por valioso que sea el asesor, lo es aún más entrar a una sucursal bancaria con el conocimiento adecuado de tus capacidades y aún más afinado, de tus enemigos. Quizá esto es muy sofisticado para hacerlo explícito en una campaña publicitaria, o quizá es solo que, como cuenta la historia bancaria en nuestro país en los últimos quince años, entender quién es tu enemigo podría ser incompatible con entrar en un banco. 

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