miércoles, 17 de noviembre de 2021

Adiós claridad

De las muchas marcas que simplemente no pueden decir lo que realmente venden -tabaco, política, inodoros o papel de baño-, los primeros fueron proscritos de la publicidad hace tiempo y los dos últimos bastante hacen con hallar metáforas o lenguaje simbólico con que expresar lo que no puede ser escrito ni leído. 

Más afortunados en el hallazgo de soluciones eficaces, la política, que frecuentemente es solo sinónimo de excremento ideológico, recurre campaña tras campaña a promesas de cambio, libertad, crecimiento, grandeza o patriotismo. Las sociedades que asisten a ello lo toleran como se tolera quizá aquello que necesitas usar pese a su olor. 

Pero eso ha de ser escaso consuelo para quien, como los patrocinadores de este anuncio, no pueden permitirse alejarse tanto del producto que necesitan vender. Hay que imaginarse al anunciante apilando frases innecesarias para que la importante –“el WC que te lava con agua”- no sea ni la primera ni la segunda que se lea. La solución hallada -refugiarse en palabras neutrales como bidé o cisterna- no debe parecerles bastante. Por eso el anglicismo -siempre a mano- añade esas otras -In-Wash e in-Tank.

Más singular aún, el mecanismo que logra sustituir a la cisterna visible y fundir dos sanitarios en uno, no logra que deje de ser necesario emplear papel de baño. Para quienes no quieren preguntas, dos tazas.

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