martes, 22 de octubre de 2013

valentía en el ojo ajeno



¿Cómo se comprende mejor la valentía, siendo cobarde o valiente?. En mayo de este año la revista alemana Der Spiegel reveló que las autoridades de la extinta RDA consintieron que “grandes multinacionales farmacéuticas realizaran experimentos en pacientes sin que estos lo supieran. Y en este caso ni siquiera estaban movidos por un paternalismo benefactor, al estilo de “en beneficio del paciente, aunque sin el paciente”. Lo que perseguían era conseguir una fuente fácil de divisas con las que mitigar las carencias de las maltrechas finanzas públicas. Por cada ensayo, las autoridades podían conseguir el equivalente a 450.000 euros. Para ello, no vacilaron en acordar con las representantes del “pérfido capitalismo” que tanto denostaban en su propaganda la utilización de hospitales, equipos médicos y pacientes. Hasta 50.000 enfermos podrían haberse visto involucrados, según el semanario Der Spiegel, en los más de 600 experimentos que habrían llevado a cabo firmas tan conocidas como Sandoz, Bayer, Pfizer, Roche o Boehringer. Y la Stasi, policía secreta de probada eficacia, tenía perfecta constancia de ello. Entre los fármacos probados figura el antibiótico Trovan, de Pfizer, que dio lugar a un escándalo en Nigeria después de que en 1996 fuera administrado a un centenar de niños, de los que 11 murieron y muchos otros sufrieron graves secuelas. Trovan fue retirado poco después del mercado europeo por sus efectos adversos.” –se leía en El País 14.5. Por cada graffiti dentro de su publicidad, ha de haber miles fuera, en las paredes de medio mundo.  

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