jueves, 29 de octubre de 2015

elección



En general es mejor estar a la altura de la idea que se escoge adoptar, incluso si ésta tiene que ver con la política. La coyuntura que anima la idea del anuncio parte de esa tesis –aprovechar la proximidad de las elecciones- pero se cuida mucho de aprovechar las posibilidades plenas de la asociación. Y tiene sentido, pues aunque la política del pp sin duda contribuye a dejar un país más pobre –en lo cultural, en lo económico, en la permisividad o el amparo de la corrupción- es cierto que la generación de pobreza –verdadero núcleo del capitalismo en su fase actual- no necesita ya de la política para ayudar a las empresas en ese empeño. La oportunidad perdida no tiene que ver con un anuncio –que poco puede donde otras fuerzas no- sino con esa renuncia de una ong al que debería ser su verdadero, y más sólido objetico: no recaudar, sino educar. No solo financiar sus campañas anuales, sino contribuir al cambio de modelo, que pasa, más arduamente, por dejar de votar a las empresas que destruyen empleo a cambio de enriquecer de forma obscena a sus gestores, y más fácilmente, por dejar de votar a quienes desde el envase de la peor política pregonan un mundo más estulto, mezquino y ciego. En un mundo que ama odiar, escoger la política para denunciar lo que no se hace es afrontar una mirada polarizada a poco que añadas nombres a la denuncia pública. Solo que, dado el propósito del anuncio, justo esa pudiera ser la opción sensata si se aspira a rentabilizar el dineral que cuesta la inserción.

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